martes, 16 de abril de 2019

El día que sientas el latir de las estrellas

Título: El día que sientas el latir de las estrellas
Autora: Paola Calasanz (Dulcinea)
Editorial: Rocaeditorial
ISBN: 9788417092986


Isla es una soñadora, desde que tiene uso de razón su vida ha estado ligada a África, su madre, a quien nunca llegó a conocer, llevaba en las venas el amor por el continente y su padre dirigía un orfanato para gorilas, por eso Isla se crió en Australia con sus tíos, pero su curiosidad por al trabajo de su padre y su necesidad de conocer sus raíces la llevan a emprender el viaje de su vida con la finalidad de conocerse a ella misma y vivir una experiencia nueva. Pero todo se tuerce cuando, viajando desde la capital hasta el lugar donde se encuentra su padre, el helicóptero donde viaja sufre un accidente y se ve perdida en mitad de la selva con el piloto del aeronave, con quien entablara más que una amistad.Su viaje desde el interior de la mismísima selva hasta reencontrarse de nuevo con su padre la llevará a vivir aventuras que no esperaba y a encontrarse no solo a ella misma, sino con las raíces de su propia existencia.


Este libro corresponde a la tercera entrega de la serie "El día que..." escrito por Dulcinea (Paola Calasanz), el más corto de todos y, sin embargo, el que más largo hubiese tenido que ser si pensamos en situar una historia en una ambiente determinado que no es conocido por el lector, en este caso África. Hubiese necesitado, quizás, que me centrase un poco más en la historia, en el ambiente, en la vida allí... pero, como yo, supongo que la autora no ha estado en África, al menos no cómo la protagonista de su historia, ni ha vivido las experiencias que cuenta, ni ha estado nunca con una tribu, ni está al tanto de la vida tan dura que lleva la gente de África... Porque si lo supiese supongo que la historia no hubiese sido tan idílica ni tan de cuento de hadas.

De la forma en que la autora describe el accidente de avioneta y la posterior lucha por la superviviencia estoy segura de que la protagonista no hubiese llegado a la segunda página, pero es una novela y hay que creerse lo que uno lee... así que continuamos con escenas más descabelladas si cabe hasta toparnos con una tribu de nativos africanos que tienen la nevera más llena que yo en toda mi vida...

Por supuesto, tampoco podían faltar las escenas de amor, vividas de lo más salvajemente, rodeados de naturaleza y dando rienda suelta a la pasión en mitad de la selva africana que, en la imaginación debe quedar de cine, pero si nos centramos en el escenario donde trascurren las escenas lo que me venía a mi a la mente era el hecho de que no hubiesen muerto en el intento o pillado alguna infección, debe ser mi mente de sanitaria que me lleva a pensar en la integridad física de los protagonistas...

Después de leer la novela cuesta creer que África sea un continente inmenso, para nuestra autora debe tener el tamaño de mi pueblo, todos se conocen, todos los lugares son conocidos, todos son amigos... No sé por qué dicen que África es un lugar peligroso... solo les falta organizar fiestas patronales en honor a San Tarzán, rey de los monos.

En fin, como ya dije de sus novelas anteriores, para pasar el rato y entretenerse están bien, pero nada más. A sus seguidores les deben encantar, pero a mí, que estoy acostumbrada a leer otra calidad me ha parecido una historia vacía, mal documentada y que bien podría haber estado ambientada en Rusia o en la China Oriental.

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